Un descenso histórico y los mismos violentos de siempre: Barras y Policias

Nada justifica la violencia pero si existen maneras de provocarla y la incitación pareciera ser siempre la mejor forma.

A un minuto de que finalice el segundo encuentro de la promoción, con un River prácticamente descendido y una de las jornadas más frías del año, la Policía Federal Argentina -los mejores en la materia violencia- abre 3 mangueras de bomberos y moja a todo el mundo. Hasta ese momento no habían sucedido hechos de violencia de gran magnitud, no se había invadido el campo de juego, no había fuego, nada. Lo único que había era gente sufriendo, con bronca y sobre todo frío ¿Está bien que quién arroja la primera piedra sea el encargado de la seguridad?

Ahora bien esto que pareciera ser lo peor que podía haber hecho la PFA, no termina ahí. Qué hace un violento cuando lo enfrentan -con agua y menos de 5º grados en este caso- Se queda, provoca, resiste e intenta tomar el control de la situación para continuar con la violencia. Ese podría ser un razonamiento deductivo probado y posible. Pero còmo se aplica eso a simples hinchas; a hombres, mujeres y niños comunes y corrientes que van a acompañar a su equipo. Cómo estos últimos no siguen el comportamiento de quienes se enfrentan, tuvieron que retroceder por miedo, por frío y por la presión que ejerce el agua de una manguera de bomberos. Después de la retirada todo terminó como lo vimos, destrucción del club y de los alrededores. ¿Por qué el comité de seguridad pide que primero salgan los visitantes y luego los locales? La policía fuera de toda lógica hizo lo contrario. Provocó, reprimió, sacó al local de la cancha y volvió a reprimir. River perderá puntos -o no- hay detenidos, heridos, se mide la culpa del club local pero la policía no se mancha.

Siempre se dice que cuándo ocurren estas cosas es porque se permiten (Velez-San Lorenzo el último mal ejemplo) pero para poder evolucionar deberíamos empezar a preguntarnos si es cuando lo permiten o cuando lo provocan. Si la salud se basara en que la gente no se enferme no se venderían medicamentos -o se venderían menos- y por eso tanta gente cree que las enfermedades se "inventan" para vender los remedios; a quien escribe esta nota no le quedan dudas de que con la seguridad pasa algo parecido sino igual.

- NEGRO-


Honestidad Brutal


No caben dudas: la del sábado fue la jornada más emocionante desde que se juegan torneos cortos. Seis equipos repartidos en cinco partidos jugados en simultáneo definían descensos y promociones. Con una previa plagada de suspicacias y denuncias de todo tipo y color, nuestro fútbol dio una prueba de impecable honestidad.

¿No era que con el Jefe de Gabinete a cargo Quilmes tenía asegurada la permanencia? El cervecero, que venía en alza, perdió con Olimpo de local y se fue al descenso. Justamente su entrenador, Caruso Lombardi, gran protagonista de la remontada final del equipo, fue uno de los que aseguró durante el Apertura, cuando dirigía a Tigre, que el fixture estaba armado para que Quilmes siguiera en Primera. Olimpo, por su parte, completó un excelente Clausura (terminó cuarto, su mejor producción en la historia) y se salvó de todo, en parte gracias a Ibáñez, su arquero suplente, que ingresó por la lesión de Tombolini y fue figura en su debut absoluto en la máxima.

El propio Caruso había arremetido en la semana contra Mohamed, entrenador del rojo y confeso hincha de Huracán, desconfiando de las lesiones de Hilario, Gabbarini y Assman. Pero Independiente, con una buena actuación de su cuarto arquero, apabullo a un globo que estuvo futbolísticamente muerto ocho minutos hasta que Cellay, ex Quemero y ex Pincha, le dio oxígeno hasta por lo menos el miércoles.

Claro que el arsenal mediático del DT con más alto perfil del fútbol criollo no fue sólo para el Turco. “A Gimnasia lo ayudan desde afuera”, venía afirmando hace tiempo, refiriéndose tal vez al fanatismo de nuestra Presidente por el conjunto platense. Sin embargo, el Lobo, que tenía su partido frente a Boca prácticamente ganado, terminó empatando en un final increíble y ahora deberá ir por un lugar en la promo ante el San Martín sanjuanino o nada mano a mano ante el Globo.

Pero el plato fuerte estuvo en el Monumental. Independientemente de la interpretación que pueda hacerse sobre los dichos de Don Julio, ningún futbolero de ley hubiese supuesto jamás que River terminaría jugando la promoción. La derrota ante Lanus en el Monumental y el triunfo de los bahienses en el Sur condenaron a los de JJ. El gol de Leandro Díaz no sólo se gritó en Bahía, sino también en Victoria, ya que un gol del local hubiese obligado a disputar un triangular para definir quien enfrentaría a Belgrano.

Para el final un dato de color: de los equipos condenados a irse al descenso o jugar la promoción, sólo Quilmes no fue dirigido por Cappa a lo largo de las tres temporadas a promediar.

Como conclusión podrá decirse que el nivel futbolístico del torneo local, salvo honrosas excepciones, fue malo, y seguramente sea cierto, pero la emoción y el honor quedaron a salvo. Como debe ser.

Yagui

Roberto Fontanarrosa:”Yo vestí la gloriosa camiseta calamar”


Que se sepa: yo vestí la gloriosa camiseta calamar. Es cierto, lo
hice cuando ya hacía diez años que no tocaba una pelota de fútbol. Y
lo curioso es que no había dejado de jugar. Simplemente, iba a jugar
y no tocaba ni una pelota. Me había retirado del fútbol sin
enterarme. Mis compañeros, compasivos, tampoco me lo informaban. Hace
no mucho advertí el detalle y abandoné mi terca intención de
compartir los picados. Pero aún tengo la camiseta, prolijamente
doblada, y cada tanto me la pongo para dibujar. Fue una de las
preferidas a la hora del juego. Mis ridículos compañeros de picado
solían aparecer, los sábados al mediodía, pavoneándose, con
rutilantes camisetas europeas, como las del Inter, del Benfica o del
Manchester United. Entonces yo, patriótico, barrial, humilde, me
presentaba con la de Platense, señores, con la franja marrón sobre el
pecho y el respaldo espiritual de doña Manuela Pedraza y su amigo
Crámer.
Tengo, lo confieso, dos casacas del Real Madrid, regalos de Jorge
Valdano. Una del Barça, regalo de Juampi Sorín; y otra de arquero del
Barça, obsequio del Tito Bonano. También una de Gimnasia y Esgrima de
La Plata y otra del pujante Fénix, regalo de César Mansilla. Pero la
del “calamar” ha sido siempre una de mis favoritas. Y para que vean
que no les miento, se las describo: clásica, blanca con franja
horizontal marrón bordeada arriba y abajo por estrellitas también
marrones. La marca es Taiyo, el sponsor Anta Seguros. De verano,
mangas cortas donde reaparece la franja. Es la número 4 (¿Tal vez la
de Felipe Bellini?) y me la regalo mi amigo Pedro Marchetta.
Está firmada indeleblemente por el Cuerpo Técnico y entre las firmas
puedo reconocer la del aguerrido cordobés Aramayo. Por lo tanto puedo
cantar aquello que entonaba la hinchada de Rosario Central por
aquellos años: “Gracias Don Pedro Marchetta, por todo lo que nos
dió…”. A mí me dió la camiseta “calamar”. Y cuando me la calzo, no
sueño con parecerme al Chacho Coudet, a Scotto, o al loco Dalla
Líbera. Sueño con parecerme al Polaco Goyeneche cuando salía en aquel
programa cómico de televisión, con la de Platense de mangas cortas
arriba, y abajo un pullover de mangas largas.
Fútbol y tango, señores, cabaret, carreras, timba. Si por ahí no anda
el Ser Nacional, que no valga.

"Yo practico el socialismo con plata"


Julio Grondona admitió que votó por Qatar como sede del Mundial de Fútbol de 2022, pero niega haber recibido algún soborno de los árabes por su apoyo. “Voté por Qatar, sí. Porque si le daba el voto a Estados Unidos era como dárselo a Inglaterra. Y eso no”, dijo en una entrevista el vicepresidente primero de la FIFA, que calificó a los ingleses como “piratas” y descartó la idea propuesta por el presidente de la Federación Inglesa (FA), David Bernstein, de postergar la elección presidencial de la FIFA de hoy y presentar nuevos candidatos.
“¿Por qué se va a aplazar? Lo piden quienes no tienen dirigentes. Antes de llegar yo a la Comisión de Finanzas, estaban ellos, los que ahora piden transparencia. La cuenta estaba 11 millones abajo. Ahora yo la tengo 1000 millones arriba. Un argentino, sin hablar inglés”, dijo. “Hemos repartido el dinero por todo el mundo. Yo practico el socialismo con plata, que es lo que me gusta. No el socialismo sin nada, que no sirve”, insistió.
Grondona se burló también de la denuncia hecha por la FA sobre las peticiones de Nicolás Leoz, el presidente de la Conmebol, que según los ingleses exigió un título de sir para dar su voto a Inglaterra en el Mundial de 2018. “Eso lo hizo para cargarlos”, dijo. “Yo no he pedido nada en la vida. Pero a los ingleses sí lo hice. Les dije: ‘Vamos a acabar pronto. Tienen mi voto si me devuelven las Malvinas, que son nuestras’. Se quedaron muy tristes, y de eso no dijeron nada.”
En vísperas de la votación, la FIFA está inmersa en una grave crisis de credibilidad, después de que el presidente Joseph Blatter, su rival Mohamed bin Hammam y el vicepresidente Jack Warner fueran investigados por la Comisión de Etica. Blatter fue absuelto, pero Bin Hammam y Warner fueron suspendidos el domingo temporalmente por sospecha de intento de compra de votos. El qatarí había retirado la noche antes su candidatura a la jefatura de la FIFA.
Al mismo tiempo, surgieron rumores de que Qatar pagó un total de 20 millones de dólares para comprar el voto para el Mundial de 2022 de cuatro miembros del Comité Ejecutivo de la FIFA (Grondona, el paraguayo Nicolás Leoz, el guatemalteco Rafael Salguero y el camerunés Issa Hayatou). Incluso se anunció una rueda de prensa en la que se ofrecerían documentos probatorios, pero luego fue cancelada con el mismo misterio con el que fue convocada.
“Hace unos meses dijeron que me habían dado 78 millones”, dijo Grondona, que justo después de la elección en diciembre fue acusado de recibir dinero de Qatar. “Aún estamos mi mujer y yo contándolos”, ironizó. “Y ahora me vienen con otros 20. Me estoy frotando las manos. Por favor.”
El número dos de la FIFA cree que la presión no hará a Blatter dejar el cargo, en el que está desde hace 13 años. “En 50 años de dirigente, nunca me encontré a nadie que renunciara. Porque es muy difícil. No se renuncia haciendo las cosas bien”, dijo el titular de AFA, que cree que “Blatter habla demasiado”.
“Si hablara menos, mejor nos iría. Pero tiene el problema de Leoz y de mi hijo, que viene medio del periodismo”, lamentó. Después de 32 años al frente del fútbol argentino, Grondona volverá a presentarse a un nuevo mandato en octubre. “No me presento, me presentan”, advirtió, confirmando un anticipo de Página/12 del pasado 27 de mayo.
La oposición del presidente de River, Daniel Passarella, no le preocupa. “Su propio nombre lo dice, es ‘Passa-rella’”, dijo haciendo volar su mano. Dirigente de un deporte eminentemente masculino, Grondona confesó que le gustaría tener una mujer entre los dirigentes del fútbol argentino. “Pero lo que ahora me pregunto es si hay hombres”, criticó.