Honestidad Brutal


No caben dudas: la del sábado fue la jornada más emocionante desde que se juegan torneos cortos. Seis equipos repartidos en cinco partidos jugados en simultáneo definían descensos y promociones. Con una previa plagada de suspicacias y denuncias de todo tipo y color, nuestro fútbol dio una prueba de impecable honestidad.

¿No era que con el Jefe de Gabinete a cargo Quilmes tenía asegurada la permanencia? El cervecero, que venía en alza, perdió con Olimpo de local y se fue al descenso. Justamente su entrenador, Caruso Lombardi, gran protagonista de la remontada final del equipo, fue uno de los que aseguró durante el Apertura, cuando dirigía a Tigre, que el fixture estaba armado para que Quilmes siguiera en Primera. Olimpo, por su parte, completó un excelente Clausura (terminó cuarto, su mejor producción en la historia) y se salvó de todo, en parte gracias a Ibáñez, su arquero suplente, que ingresó por la lesión de Tombolini y fue figura en su debut absoluto en la máxima.

El propio Caruso había arremetido en la semana contra Mohamed, entrenador del rojo y confeso hincha de Huracán, desconfiando de las lesiones de Hilario, Gabbarini y Assman. Pero Independiente, con una buena actuación de su cuarto arquero, apabullo a un globo que estuvo futbolísticamente muerto ocho minutos hasta que Cellay, ex Quemero y ex Pincha, le dio oxígeno hasta por lo menos el miércoles.

Claro que el arsenal mediático del DT con más alto perfil del fútbol criollo no fue sólo para el Turco. “A Gimnasia lo ayudan desde afuera”, venía afirmando hace tiempo, refiriéndose tal vez al fanatismo de nuestra Presidente por el conjunto platense. Sin embargo, el Lobo, que tenía su partido frente a Boca prácticamente ganado, terminó empatando en un final increíble y ahora deberá ir por un lugar en la promo ante el San Martín sanjuanino o nada mano a mano ante el Globo.

Pero el plato fuerte estuvo en el Monumental. Independientemente de la interpretación que pueda hacerse sobre los dichos de Don Julio, ningún futbolero de ley hubiese supuesto jamás que River terminaría jugando la promoción. La derrota ante Lanus en el Monumental y el triunfo de los bahienses en el Sur condenaron a los de JJ. El gol de Leandro Díaz no sólo se gritó en Bahía, sino también en Victoria, ya que un gol del local hubiese obligado a disputar un triangular para definir quien enfrentaría a Belgrano.

Para el final un dato de color: de los equipos condenados a irse al descenso o jugar la promoción, sólo Quilmes no fue dirigido por Cappa a lo largo de las tres temporadas a promediar.

Como conclusión podrá decirse que el nivel futbolístico del torneo local, salvo honrosas excepciones, fue malo, y seguramente sea cierto, pero la emoción y el honor quedaron a salvo. Como debe ser.

Yagui

1 comentario:

Anónimo dijo...

Excelente la nota Yagui. Lástima que la información me recuerda una, vez más, que el Glorioso River Plate, el club con más titulos ganados en el fútbol grande de la Argentina, juega la promoción...
Y los que decían lo de Quilmes y Gimnasia que van a decir ahora?...
AGUANTE PELOTA PERDIDA!