Roberto Fontanarrosa:”Yo vestí la gloriosa camiseta calamar”


Que se sepa: yo vestí la gloriosa camiseta calamar. Es cierto, lo
hice cuando ya hacía diez años que no tocaba una pelota de fútbol. Y
lo curioso es que no había dejado de jugar. Simplemente, iba a jugar
y no tocaba ni una pelota. Me había retirado del fútbol sin
enterarme. Mis compañeros, compasivos, tampoco me lo informaban. Hace
no mucho advertí el detalle y abandoné mi terca intención de
compartir los picados. Pero aún tengo la camiseta, prolijamente
doblada, y cada tanto me la pongo para dibujar. Fue una de las
preferidas a la hora del juego. Mis ridículos compañeros de picado
solían aparecer, los sábados al mediodía, pavoneándose, con
rutilantes camisetas europeas, como las del Inter, del Benfica o del
Manchester United. Entonces yo, patriótico, barrial, humilde, me
presentaba con la de Platense, señores, con la franja marrón sobre el
pecho y el respaldo espiritual de doña Manuela Pedraza y su amigo
Crámer.
Tengo, lo confieso, dos casacas del Real Madrid, regalos de Jorge
Valdano. Una del Barça, regalo de Juampi Sorín; y otra de arquero del
Barça, obsequio del Tito Bonano. También una de Gimnasia y Esgrima de
La Plata y otra del pujante Fénix, regalo de César Mansilla. Pero la
del “calamar” ha sido siempre una de mis favoritas. Y para que vean
que no les miento, se las describo: clásica, blanca con franja
horizontal marrón bordeada arriba y abajo por estrellitas también
marrones. La marca es Taiyo, el sponsor Anta Seguros. De verano,
mangas cortas donde reaparece la franja. Es la número 4 (¿Tal vez la
de Felipe Bellini?) y me la regalo mi amigo Pedro Marchetta.
Está firmada indeleblemente por el Cuerpo Técnico y entre las firmas
puedo reconocer la del aguerrido cordobés Aramayo. Por lo tanto puedo
cantar aquello que entonaba la hinchada de Rosario Central por
aquellos años: “Gracias Don Pedro Marchetta, por todo lo que nos
dió…”. A mí me dió la camiseta “calamar”. Y cuando me la calzo, no
sueño con parecerme al Chacho Coudet, a Scotto, o al loco Dalla
Líbera. Sueño con parecerme al Polaco Goyeneche cuando salía en aquel
programa cómico de televisión, con la de Platense de mangas cortas
arriba, y abajo un pullover de mangas largas.
Fútbol y tango, señores, cabaret, carreras, timba. Si por ahí no anda
el Ser Nacional, que no valga.

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